Imagen flotante elaborada con telas transparentes planchadas, del artista ingles Benjamín Shine.
La creatividad consiste en ver oportunidades donde otros no ven nada.
Hablar sobre la dialéctica de una obra de arte implica también entender el material del que esta elaborada, pues este pasaba desapercibido hasta el momento en que el espectador lee la cedula que acompaña a la obra, aunado a la generalización de los materiales en función de la técnica de la obra. Es a partir de ciertos exponentes del arte moderno y contemporáneo que comienza a evidenciarse un quiebre con los cánones de los materiales utilizados, con lo que comienzan a captar cada vez más la atención del espectador, aunque en las artes decorativas muchos artistas se adelantaron a utilizar materiales no convencionales mucho antes de que los artistas modernos y contemporáneos creyeran que estaban innovando.
Antes de hablar sobre materiales no convencionales, vale la pena preguntarse ¿Cuáles son los materiales propios del arte?
La palabra convencional puede evocarnos a la palabra “costumbre”, que en términos de arte puede entenderse como un acto que atiende a las normas precedentes mayoritariamente observadas.
Un material destinado a una obra de arte, así como las técnicas y procedimientos utilizados para su tratamiento se legitiman por medio de la estética que aportan a la obra, el mercado y la crítica en función al impacto social de la obra, cuya elaboración quedo formalizada a través de cánones establecidos que se han mantenido a través del tiempo. Es así que históricamente se establecieron asociaciones específicas entre el material y la obra de arte. Ejemplos de estas asociaciones pueden ser los siguientes:
Pintura – colores al óleo o acrílico, pinceles, caballete, bastidor, espátulas.
Escultura – Arcilla, piedra, madera, estiques, cinceles, martillos.
Tales asociaciones se consolidaron culturalmente conformando nuestra percepción de las imágenes que evoca nuestra mente al pensar en arte.
Es muy curiosa la intención de trabajar con materiales no convencionales, pues interfiere con la expectativa social de lo que estamos acostumbrados a ver en una obra en función al material preestablecido por la tradición, cuestionando a los cánones establecidos en cuanto técnicas y procedimientos, es decir una negación de estos, lo que pone en duda la legitimidad de la obra artística como tal, lo que nos lleva al gran dogma en el arte moderno y contemporáneo al preguntarnos ¿la obra que estoy apreciando es arte o no?
La alteración de alguno o varios de los elementos de los cánones establecidos genera rupturas en las condiciones habituales de la realización de la obra, la cual puede considerarse no convencional al implicar la utilización de materiales que por tradición y costumbre no estaban destinados para la producción artística.
Lo interesante en esta inquietud de explorar las posibilidades de crear obras de arte con materiales no convencionales recae en la creatividad del artista para desafiar a las técnicas habituales dando una oportunidad a materiales que nos parecen ordinarios y monótonos, transformándolos en obras que nos despiertan una nueva “experiencia estética” y abren nuestra mente a otra manera de apreciar a los materiales.
Cada vez es más común conocer trabajos realizados con materiales reciclables o encontrados en la naturaleza y muchos espectadores comparten el asombro de ver como fue aprovechada y transformada esa materia con la que se desafió la tradición para generar nuevos métodos contemporáneos en arte.
En cuanto al arte decorativo que fue elaborado con materiales inusuales, nos deja constancia de que la experimentación y descontextualización de los materiales no es algo nuevo, si no que siglos atrás muchas culturas aprovecharon las cualidades de los materiales para enriqueces la estética de sus ornamentaciones y que, al apreciarlos, nos siguen generando una gran variedad de sensaciones y asombro por lo desconcertante que puede ser el material. Ejemplo de ello es el uso de restos óseos para la elaboración del osario de la iglesia gótica de Sedlec en republica Checa. S. XV.
Otra particularidad de los materiales no convencionales es el tiempo de vida que pueden aportar en la obra, la cual puede ser muy efímera al estar elaborada de materiales perecederos como alimentos, por lo que solo queda como antecedente el registro fotográfico de la obra.
Los siguientes ejemplos que seleccione dan noción de interesantes oportunidades para aprovechar las cualidades de diversos materiales.
Caballo, escultura elaborada soldando chatarra metálica, obra del escultor Francisco Romero Ruiz.
Heartfelt, escultura elaborada con bloques de lego por Nathan Sawaya.
Escultura elaborada con lápices de colores por Molly Gambardella.
Esculturas a base de rollos de periódico elaboradas por Chie Hitotsuyama.
Imagen elaborada a base de cinta adherible por el artista holandés Max Zorn.
Imagen construida con piedras de playa por Stefano Furlani.
Peter Paul, escultura elaborada con chicles por Maurizio Savini.
Monalisa recreada con cubos Rubik por el artista francés Invader.
Imagen elaborada con cabello por artista hindu Midhun.
Escudo de armas hecho con huesos humanos en la iglesia gótica de Sedlec en republica Checa, claro ejemplo de utilización de restos ocios como opción para ornamentación en el S. XV. Obra de Francis Rint.
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