La madre patria, 1962.
En el mes de las fiestas patrias, seguimos haciendo mención de artistas mexicanos que con su trabajo estimularon el crecimiento cultural de México.
Jorge González Camarena fue un pintor, escultor, restaurador y escritor nacido en Guadalajara, Jalisco, el 24 de marzo de 1908. Desde temprana edad, este artista mostró un interés singular para las artes plásticas; tallaba piedras de río, hacía piezas de arcilla y diseñaba historietas que vendía entre sus compañeros de la escuela.
La familia González Camarena se mudó a la Ciudad de México en 1919. Ahí, tuvo la oportunidad de desarrollar sus habilidades bajo la instrucción del pintor Francisco Zenteno quien le aconsejó inscribirse en la prestigiosa Academia de San Carlos. Tras ingresar a esta escuela de Bellas Artes en 1922, Jorge González Camarena fue recibido como asistente del pintor Gerardo Murillo, el Dr. Atl, e incluso coloreaba con acuarela las ediciones de su famoso libro Las Iglesias de México (1924-27).
Durante su estancia en la academia formó parte del movimiento estudiantil que buscaba convertir a Diego Rivera en director de plantel para instaurar un plan de estudios más cercano a las corrientes artísticas contemporáneas.
González Camarena inició su carrera profesional en el mundo editorial y de la publicidad. En 1929, empezó a escribir y dibujar para publicaciones como Revista de Revistas y Nuestro México, además de diseñar algunas imágenes para los famosos calendarios de la imprenta Galas de México. Estos proyectos le permitieron desarrollar su característico estilo basado en una composición geométrica.
A finales de la década de 1930, empezaron a llegar comisiones de los murales que definirían la obra de Jorge González Camarena. Creo murales en importantes recintos tanto en México como en el extranjero, a la vez que siguió creando obras de caballete, de las cuales se estima tuvo una producción de 2000 piezas.
Su desarrollo como restaurador se dio en 1932, año en el que Camarena ya realizaba algunas investigaciones sobre arte prehispánico y popular, por lo que fue comisionado para restaurar los frescos del siglo XVI del convento de Huejotzingo, Puebla. Representando uno de los grandes proyectos de su vida.
Las pinturas de González Camarena gozan de una estética única de influencia cubista que se apropia de la geometría y el color para contar historias desde un enfoque singular. Además, su profundo compromiso con el legado cultural de México lo convirtió en un defensor de las artes cuya huella aún está presente hoy en día.
El pintor falleció el 24 de mayo de 1980 de un derrame cerebral a los 72 años de edad. Por sus méritos, recibió un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, así como también varias de sus obras fueron portadas para los libros de texto gratuito de la SEP, un honor reservado a grandes figuras del ámbito artístico.
A continuación, una muestra de trabajos que ejemplifican el estilo pictórico del artista.
El abrazo, 1980.
Las razas y la cultura, 1964.
La fusión de las dos culturas, 1960.
Los Tezcatlipocas, 1969.
El perico, 1927.
Tercera victoria, 1960.
Mural La presencia de América Latina, 1964-65.
El guerrillero veterano, 1966.
La constitución de 1917, 1966.
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