En el balcón, Berthe Morisot, 1872, óleo sobre tela, colección particular.
Ganarse reconocimiento como artista por méritos propios suele ser un camino muy complicado, pues hay que pasar por muchas frustraciones y limitaciones para aprender a partir de ellas, ser muy constate con la practica y sobre todo ser perseverante, debido a que hacerse notar en el mundo de las artes exige de bastante disciplina y esfuerzo, más en el caso de una mujer pintora del siglo XIX, en el que el mundo de las artes plásticas seguía siendo protagonizado por hombres y para una mujer su genero representaba una limitante para sobresalir, pues las academias de arte en Europa solo admitían hombres.
La pintora francesa Berthe Morisot tuvo la fortuna de haber nacido en una familia burguesa con un especial aprecio por la música y las artes, teniendo los medios económicos para inducir a sus hijas en este aprendizaje por medio de clases particulares de dibujo y pintura. Berthe y su hermana Edma Morisot, fueron encaminadas por la instrucción del artista neoclásico Geoffroy Alphonse Chocarne, pintor de la escuela de Ingres; y más tarde por Joseph Guichard, quien les dio conocimientos del arte clásico, abasteciendo los deseos de las hermanas de una formación más profesional y animándolas a copiar las obras de los grandes maestros en el Louvre. Fue tal el potencial que noto en las niñas que advirtió a su madre sobre el destino en el arte al que podían llegar a aspirar con las siguientes palabras: “El arte puede llegar a regir el destino de sus dos hijas”.
Su formación continuo más delante de la mano del paisajista Camille Corot, de quien es muy notable su influencia en la pintura de Berthe, sobre todo en la forma de interpretar la realidad a través de luz y el color, caracterizando su paleta de color en el uso de tonos pasteles, haciendo que su técnica fuera descrita como estilo femenino, además de haberla introducido en la práctica del plein-air (pintura al aire libre), donde es muy notoria esta abundancia de blancos y colores claros.
Berthe y su hermana Edma tuvieron la oportunidad de exponer en el Salón de París, hasta que sus caminos se separaron cuando Edma se casó y renunció a seguir pintando, mientras que Berthe se unió a la ola de la vanguardia con los artistas del impresionismo, potencializando en gran medida su trabajo.
Berthe renuncia al salón de parís para unirse a la Sociedad Anónima de pintores, escultores y grabadores, reafirmando el vínculo que tenía con el prometedor circulo de artistas que formaban parte de esta sociedad. Este grupo incluía artistas como Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas y Camille Pissarro.
Su amistad con Édouard Manet fue de las más estrechas, pues se conocieron mientras ella era copista en el Louvre, Manet la tomo como modelo para varias de sus obras y ella termino por contraer nupcias con su hermano Eugene Manet
Su trabajo se diferencio del de sus colegas con la utilización de métodos mas experimentales como la implementación de la técnica mixta, alternando varios materiales sobre un mismo soporte. Su pintura se volvió también un estudio sobre el movimiento y la caída de la luz.
Ella tuvo la oportunidad de ser participe en todas las exposiciones de los impresionistas con una ausencia, pues estaba impedida por su embarazo. Berthe lucho contra los cánones e ideas preconcebidas sobre el rol de las mujeres y sus impedimentos en una sociedad patriarcal, anteponiendo su vida profesional aunada a su papel de madre y esposa, ganándose la distinción de ser la primera mujer impresionista.
A continuación, una recopilación de algunos de sus trabajos más distintivos, destacando su labor como retratista y paisajista, anexando también uno de las pinturas donde poso para Manet.
Fotografía de Berthe en 1877
Niña con Jarrón-Berthe Morisot-Técnica Mixta-1889-1879
La cuna. Berthe Morisot-Óleo sobre tela-1872.
Un día de verano. Berthe Morisot-Óleo sobre tela -1879
Eugene Manet con su hija.Berthe Morisot -Óleo sobre tela -1881
Édouard Manet. Berthe Morisot reclinada-Óleo sobre tela-1875
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