Una de las famosas fotografías de Pierre-Louis Pierson
La fotografía de moda es un género fotográfico dedicado a ilustrar ropa, joyas, cosméticos y otros artículos relacionados con la moda. Estas fotografías son publicadas, a menudo, en anuncios publicitarios y revistas especializadas para su comercialización, siendo presentadas luciendo en modelos para persuadir al público sobre cómo verse bien ante la sociedad. Hubo una mujer contemporánea a la aparición de la fotografía, quien con su imagen se adelantó a su época para ser una modelo pionera en este género fotográfico.
Virginia Oldoini nació en Florencia el 22 de marzo de 1837, a sus 17 años contrae matrimonio con Francesco Verasis Asinari, conde de Castiglione, de quien acuñó el título de nobleza para ser conocida históricamente como “la condesa de Castiglione”.
Se pueden encontrar varias biografías sobre ella, una serie y una película, aunque lo más relevante de su vida fue el haber ejercido como espía para la corte del rey Víctor Manuel II con la finalidad de ayudar a la unificación de Italia. Su primo, el conde de Cavour, primer ministro de Cerdeña, la envió, junto con su marido, a la corte francesa de Napoleón III. El objetivo era acercarse al emperador y convencerle de la necesidad de unir territorialmente a la península itálica. Para ello tendría que enfrentarse al gobierno austriaco para echarlos del norte.
Se valió de su gran educación y habilidades para los idiomas y sociabilización para acomodarse entre la alta sociedad francesa y llamar la atención de Napoleón III, para ello empezó a fotografiarse una y otra vez remarcando su excentricidad y su forma de pensar. En aquellos tiempos fue capaz de enseñar sus piernas, sus hombros y sus pies sin ningún pudor.
Pierre-Louis Pierson fue su fotógrafo personal, famoso por retocar las fotografías con óleos para mejorar el aspecto de los retratos y fue además fotógrafo real de la corte. Junto con la condesa de Castiglione hicieron más de 400 imágenes.
Se dice que la condesa de Castiglione pasó sus últimos años en soledad, olvidada por sus múltiples amantes y guardándose en su propiedad para no dejar ver el paso del tiempo sobre ella. Muere en París el 28 de noviembre de 1899.
Pese a haber perdido relevancia histórica, en el mundo de la fotografía se le reconoce por ser la primera mujer que entendió la fuerza de la imagen y las múltiples posibilidades que ofrece para expresarse, sobre todo en un mundo con tantas limitaciones para las mujeres quienes no podían actuar tal como eran. Virginia ha pasado a la historia también por ser la precursora del modelaje con intención de fotografía de moda y por saber ver antes que nadie la importancia de la imagen fotográfica para ser reconocida ante la aristocracia y llamar la atención.
A continuación, algunas de las imágenes fotográficas que Pierre Louis Pierson tomó para ella.
Fotos: Pierre Louis Pierson
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