Visita virtual en una de las salas de los museos participantes en la plataforma Musement.
Estamos despidiendo al año 2021, año en el que aún seguimos viviendo las desavenencias ocasionadas por la pandemia de Covid-19. Pese a ello es interesante hacer un análisis sobre cómo la tecnología jugó un papel muy importante para mantener vivo el mundo de la cultura y las artes, acercándolo a nosotros durante un largo periodo de distanciamiento social, resaltando el mutuo vínculo entre ciencia y arte a lo largo de la historia.
Arte y ciencia son dos formas de conocimiento aparentemente alejadas a partir de la ideación de un estereotipo de las separa en dos brechas distintas de conocimiento: las ciencias y las humanidades, aunque ninguna forma de conocimiento es impermeable a otra, pues ambos parten de un mismo estímulo “La curiosidad y el asombro”, lo que empuja a ver con extrañeza el mundo que nos rodea. Arte y ciencia generan sus interrogantes cada una a su manera, respondiéndolas a partir de una poderosa base de imaginación, así como una fuerte voluntad por comprender el mundo que nos rodea, desdibujandose la rígida línea concebida que separa a ambas prácticas.
Existe una vasta cantidad de muestras pictóricas que han documentado diversos descubrimientos, proporcionando un registro histórico que ayuda a comprender cómo ambas disciplinas se han enlazado en favor mutuo, pues el arte ha sido crucial para entender nuestro legado científico y la ciencia para comprender la transformación de la materia en favor de la creación de un objeto de valor artístico. Ambos nos ayudan a interpretar, estudiar y explorar el mundo que nos rodea.
En el transcurso de las últimas décadas, la parte artística y estética se han vuelto cada vez más presentes en la extensión, la divulgación y la comunicación, logrando ser un gran motor para promover el interés por la ciencia.
Como resultado de los avances científicos, están presentes los avances tecnológicos, donde la tecnología ha llegado a cada espacio de nuestra vida para facilitar y mejorar muchas de nuestras actividades. El arte no ha sido ajeno a la innovación tecnológica, aprovechado sus beneficios en procesos creativos, gestando la creación de nuevas expresiones artísticas, por lo que la tecnología se ha vuelto muy necesaria tanto como un recurso e instrumento, muy presente en esta actualidad en la que la mayoría de nuestras prácticas e interacciones pasan necesariamente por un dispositivo tecnológico.
Las proyecciones digitales, el desarrollo del sonido de alta calidad, el Video mapping, el uso de apps que complementan una exposición o una obra, la transformación del cine gracias a tecnologías como el 3D, la influencia de las redes sociales y su forma de comunicación en la literatura y la poesía, son algunas muestras de cómo la tecnología se ha ido incorporando hacia el trabajo artístico.
Al combinarse la tecnología y el arte se facilita el acceso a la cultura, es decir, que más personas puedan conocer obras, historias y detalles artísticos del mundo. Cada vez más museos montan en diferentes plataformas parte de sus colecciones para que el público pueda conocerlas sin necesidad de viajar ni moverse de su hogar, lo que fue de mucha ayuda durante esta contingencia para mantener viva la necesidad del consumo de arte y cultura.
A continuación, una recopilación de obras que muestran la relación entre arte y ciencia:
Experimento con un ave dentro de una bomba de aire, Joseph Wright, 1768.
El planetario, Joseph Wright, 1768.
Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, Rembrandt, 1632.
Dibujo sobre un feto, Leonardo da Vinci, hacia 1519.
El astrónomo, Johannes Vermeer, 1668.
Una investigación de Dr. Samarro en su laboratorio, Joaquín Sorolla, 1897.
Retrato del matemático Luca Pacioli, Jacopo de’ Barbari, 1495.
La ciencia es medida, Henry Stacy Marks, 1879.
Exposición en realidad aumentada sobre Van Gogh.