
La espina, Raúl Anguiano, Óleo sobre tela, 1951.
Quiero despedir el mes de las fiestas patrias haciendo alusión al trabajo de un artista mexicano que con su obra nos dejó una valiosa aportación sobre la identidad nacional que nos representa como mexicanos y es considerado uno de los principales exponentes de la Escuela Mexicana de Pintura.
José Raúl Anguiano Valadez nació en Guadalajara, Jalisco el 26 de febrero de 1915. A la edad de cinco años dibujaba a personalidades como Charles Chaplin, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza y Rodolfo Gaona. Comenzó a estudiar en 1927 en la Escuela Libre de Pintura, cuando tenía solo 12 años de edad y su gran amor por la pintura lo llevó a crear en 1933 el grupo de Jóvenes Pintores Jaliscienses.
Para 1934 en la Ciudad de México se unió a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) donde conoció a Diego Rivera y José Clemente Orozco; en 1935 presentó su obra en el Palacio de Bellas Artes, siendo el artista más joven en exponer. En 1938 fundó el Taller de Gráfica Popular junto con Leopoldo Méndez, Alfredo Zalce, Pablo O’Higgins y Fernando Castro Pacheco, con la idea de tener solidaridad con trabajadores y campesinos.
Tuvo la oportunidad de desempeñarse como docente en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y en 1949, junto con otros artistas, fundó el Salón de la Plástica Mexicana.
En la Escuela Libre de Pintura tomó talleres que le permitieron conocer diversas técnicas y desarrolló su pasión por el arte prehispánico y popular. Llegó a perfeccionar su trazo y fue reconocido por la crítica tanto nacional e internacional como uno de los grandes retratistas del pueblo mexicano.
Entre 1952 y 1955 viajó por Europa, un hecho que lo llevó a intensificar su creatividad y exhibir sus pinturas, dibujos y litografía en varios países europeos, Estados Unidos y Sudamérica con gran aceptación, posteriormente presentaría sus obras en alrededor de 100 exposiciones tanto individuales como colectivas en México y el extranjero, así como la realización de obra mural en importantes recintos de México y Estados Unidos.
Entre los temas que Raúl Anguiano destacó son: el México rural, el indigenismo, las fiestas populares, las tradiciones y la religiosidad. Se dedicó a pintar paisajes, gente citadina y campesinos, principalmente.
Raúl Anguiano perteneció a la tercera generación de los muralistas heterodoxos de la Escuela Mexicana de Pintura, generó grandes aportaciones en los años treinta, llego a utilizar el mural como forma de denuncia.
Fue galardonado con una numerosa cantidad de premios y murió el 13 de enero de 2006, legandonos sus interpretaciones sobre las tradiciones y festividades del México del siglo XX y los procesos sociales del país.
A continuación, una selección de obras del artista.

El pípila, óleo sobre tela, 1933.

Fascismo y clero, enemigos de la cultura, pintura mural en Centro escolar revolución, 1936.

Guerra y fascismo, pintura mural en el Centro escolar revolución, 1936.

Alfarera, óleo sobre tela, 1983.

La mujer rosa y el cirquero gris, óleo sobre tela, 1941.

Naturaleza muerta con membrillos, óleo sobre tela, 1944.

Retrato de Nora Beteta, óleo sobre tela, 1953.

Mujer con rebozo, litografía, 1981.

Mujer con iguanas, litografía, 1988.
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