Fotografía de Rudolf Eickmeyer.
La fotografía fue sin duda una de las invenciones tecnológicas más revolucionarias de todos los tiempos. Su impacto radico en 1839 tras obtener imágenes de la realidad materializadas en un soporte donde eran reveladas y fijadas, previamente capturadas por medio de la cámara de placas como artefacto científico, concebido a través de siglos del estudio de la luz para entender lo que nuestros ojos perciben y la necesidad de mantenerlo vivo a través de imágenes que den constancia fiel de nuestra existencia y el mundo que nos rodea.
La comercialización de tecnología fotográfica, sistemas de revelado y copiado se popularizo de manera industrial, satisfaciendo la necesidad de ilustrar a través de fotografías acontecimientos de la vida cotidiana y la reeducación de la sociedad a través de las imágenes que eran publicadas en los medios de la época, así que para mediados del siglo XIX, las fotografía se había considerado monótona pues no era mas que la simple repetición de o que sucede en la vida real, hechos que para muchos fotógrafos ya no llamaba la atención.
Fue gracias a la creatividad de algunos fotógrafos de la época que influenciados por el estilo de los pintores impresionistas que se caracterizaban por su libertad para dominar el estudio de la luz aplicada a sus fluidas pinceladas, que hicieran parecer a sus pinturas suavemente desenfocadas, lo que impulsaría a los fotógrafos a dignificar la fotografía como actividad artística, alcanzando el mismo valor tan importante que han tenido la pintura o la escultura.
Es así que nace el movimiento artístico “Pictorialista”, movimiento que nace en Europa y que cobro tal relevancia que se extendió a Estados unidos y demás lugares a finales del siglo XIX. El nombre deriva del anglicismo “Picture” que se entiende como: imagen, foto o cuadro, mas no de Paint (pintura).
El objetivo del Pictorialismo recae en dar importancia al atractivo estético de la fotografía mas que al contenido de esta, dotando a la imagen fotográfica de atmosferas etéreas y contrastes lumínicos a través de técnicas y efectos que la acercasen a la pintura, por medio del desenfoque, suavizar contornos, juegos de luces y sombras, para capturar imágenes que al ser reveladas serian manipuladas por medio de diversas técnicas y materiales como carbones y tintas a base de óleo o agua, así le ejecución de la fotografía cobraría una intervención manual, logrando fotografías que parecieran pinturas, dibujos o grabados, asociándose con las artes plásticas. Ahora las imágenes conservaran ese toque de obra de arte no reproducible y para garantizarlo eran destruidos los negativos, sus fotografías ya no serían solo un medio de reproducción de la realidad, si no que serian valoradas como obras de arte.
Se experimentaron diversos modos de lograr efectos que den similitud a la pintura de los efectos suavemente desenfocados de los impresionistas como usar lentes difusores, vidrios embarrados de vaselina o agitar trepidatoriamente la cámara al disparar, para tener una imagen barrida, así como la utilización de objetos pata impedir ver claramente.
Sus temas principales abordaban desde el paisaje (aprovechaban condiciones atmosféricas que no permitan imágenes nítidas), escenas de interior, desnudo y el retrato, sobre todo de personajes distinguidos, mujeres en atmosferas etéreas y vaporosas que invitan a la intimidad y al misterio, así como la interpretación de escenas mitológicas y recreación de obras de pintores famosos.
A pesar de lo mucho que se habla sobre las diferencias entre las ciencias y las artes, el pictorialismo genera un punto de comunión entre ambos términos, pues a través de una intención científica se dio la gestación para la concepción de la fotografía como arte, gracias al movimiento pictorialista que devuelve a la fotografía la importancia que había perdido como imagen al tratarse de una actividad reproducible.
Desafortunadamente tras el agotamiento de nuevas propuestas y nuevos cambios sociales a principios del siglo XX, el pictorialismo comienza a desvanecerse y a pesar de que vivimos en una época digital que nos facilita la captura de fotografías con nuevos dispositivos y transformarlas con programas de edición, jamás se comparara al encanto perdido de la fotografía pictorialista.
A continuación, presento trabajos de algunos representantes del movimiento.
George Davison
Rudolf Eickmeyer
Robert Demachy (Quiero resaltar el trabajo de este fotógrafo, pues sus imágenes logran efectos de trazos en carboncillo).
Alfred Stieglitz
Julia Margaret Cameron
Alvin Langdon
Henry Peach Robinson
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